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Nueva Sede de Lúcio's
Edificio de Oficinas
Maia
2008-10
Situado en un territorio muy condicionado por la presencia de una carretera nacional de tráfico intenso que en cierta medida lo “diseña”, originando una ocupación diversa, fragmentada e inconexa, en una difícil convivencia entre edificios de vivienda colectiva, servicios, casas unifamiliares y uno de esos centros comerciales tan característico de la periferia de las ciudades, el proyecto tiene necesariamente que adoptar una actitud defensiva.
La forma “caprichosa” que el edificio adopta es el resultado de las alineaciones posibles y de la voluntad de protegerlo de la carretera transitada y ruidosa que se localiza al oeste. Es un volumen compacto, denso, diseñado por la continuidad de sus superficies de modo a eliminar la existencia de cualquier “frente” o lado más importante, adquiriendo así la autonomía que necesita para “sobrevivir” con dignidad en un contexto tan antagónico.
Su inicial y aparente impenetrabilidad acaba por romperse cuando se descubre que el nuevo plan urbano prevé un espacio abierto, público, una especie de pequeña “plaza”, la cual se constituye como el argumento que faltaba para fijarlo en el lugar: es en esa dirección en la que el volumen se rompe, en una abertura, para recibir luz natural y para definir la entrada, pero también porque ese es el único punto disponible en el entorno próximo hacia donde aún parece valer la pena mirar.
Es este doble sentido de apertura y de ruptura el que verdaderamente le confiere carácter.
